sábado, mayo 05, 2007

Fijación escrita: sería causa de neurastenia en intelectuales deprimidos



Me deshago por los libros usados, la sensación de que estuvieran esperándome. Un libro usado te pide que lo leas, se te impone, las manos de otros lectores que te lo alcanzan.Este sí es un caso curioso: Volví a buscar alguna de las citas subrayadas (dicen haberme visto en el 86 tratando de sacarle punta a un lápiz con los dientes para que no se me escapara una) y recordé que alguno de todos los lectores que hubo tenido ese libro había realizado un escaso subrayado (no más de 4) también en lápiz....lo cual me puso en una aprieto de autorías de citas, aunque no tanto porque claro, las que él subrayó (¿él?) no eran dignos de mi particular atención.
Dentro de sus 4 escasas intervenciones en el libro sucede lo siguiente:
El muchacho (porque ya dictaminé que es hombre, metro 80, barba al raz, morocho) tacha el verbo "constato" para suplantarlo sobre la margen izquiera por "compruebo" con una impunidad atroz: una rayita simple, rápida y sentenciosa sobre constanto y la escritura sencillísima en cursiva de compruebo. ¿Acaso estaba simultáneamente leyendo y traduciendo el libro en francés? Porque no es una corrección gramatical sino que el problema redicaría en la ambigüedad semántica del verbo en francés, que bien podría ( o no ) contener dentro de sí los significados de “constanto” y “compruebo”…pero la diferencia significante entre ambos verbos en el castellano es de lo más sutil e insignificante, salvo que se tratara del ámbito científico donde constatar y comprobar una hipótesis, creo recordar, son cosas diferentes, pero no es el caso dado que es una novela…¿Por qué debería creer, lector pretencioso, que allí lo correcto era colocar un compruebo en lugar de un constato?. Esta encrucijada es irresoluble, a menos que acudiera a la versión en francés, cosa que no va a suceder.
Enloquezco por saber qué le pasó a éste libro antes de mí, así como los avatares que le esperan; es una fijación (…de pulsión escrita?).


Cuestión que la cita era:

“La empresaria me llamó. Creí que estaba dispuesta a echarme porque era cada vez más inútil. Envidiaba a los lustradores de zapatos, el azar de su actividad, su cielo como enseña, la suciedad como propaganda y su entuciasmo para frotar”.


La Bâtarde, Violette Leduc.

miércoles, abril 18, 2007

En el 5

Hay algo que aquí se condensa, exactamente entre el comienzo de la cara interna de mis paletas superiores y el fin del lado posterior de mi velo paladar.¿Qué formas adquirirá ésta inflamación?. Se resbala en una lárgima impúdica que en vano intento pretende esconderse de los pasajeros del colectivo número 5. El filo de un vidrio de una botella rota ante el aniquilamiento imposible. Su muerte, un anhelo atroz. Un reproductor de mp3 entre medio de los senos de una señorita que duerme el cansancio del día sobre la ventanilla. Plaza once, recién en plaza once. “Falabella freeshop”, se lee en una tirita que cuelga de de su muñeca. Los bolsos me rosan y promueven la queja. El coreano y su cerveza fría, mi destino. Le he denegado una moneda a un lumpen, pienso en la revolución. La Honestidad? Sinceridad?...si me habitan las calumnias y los imposibles… se disputan un espacio, el de la aberración… Una escena. Sólo se ve una sábana en el zigzagueo rítmico vergonzoso de una masturbación nocturna. Carla le implora a los cielos, acabar. Con todo, con ella o con él, da lo mismo… unificaría un deseo. Unificar para Carla es el ensamblaje inédito e imposible, que añora en sus amores, así como en sus convicciones. Se da tiempo y volvería una y otra vez al espejo a encontrar otra que no fuera ella.

sábado, abril 14, 2007

Tramitar la Identidad

A las 5 am, con medio litro de café y mi vaso térmico que termina tristemente de enrolarme en el gremio de los oficinistas, sumé uno más a la cola en el Registro Nacional de las Personas. Un morocho cincuentón, con un diente de menos en sus incisivos inferiores, se hizo cargo de meterle humor al cansancio de todos los indocumentados que puteaban una y otra vez a nuestro país tercermundista, que, como si no fuera poco con la inflación y las elecciones, lo libra a uno a los avatares de tramitar la identidad.
-Vas a ver cómo en junio te los hacen en el día al documento; para que los votes, viste - dijo con sabiduría criolla una vieja – pero a mí qué, si total a quién vas a votar, son todos unos canallas-. Me dediqué a fumar y a leer, parando la oreja de tanto en tanto para reírme con el morocho. ¿Hacer la revolución? Si la gente no soporta ni hacer una cola…al fin y al cabo, para tener al rebaño tranquilo: una burocracia aceitada, pan y vino pa todo el mundo...y una cerveza para el morocho. Leía “Los últimos guevaristas” de Julio Santucho. El tiempo y mis experiencias desacreditan el sostenimiento de la capacidad organizativa de un grupo human: al menor alboroto, la gente apiñada, rajálo al colado, yo hace 3 horas que estoy. Recuerdo de éste verano el desembarco de la cacciola donde, ignorando toda ley física, la gente se apelmazaba para salir 3 minutos y 50 segundos más rápido que el de al lado; la cola en migraciones, con tal de salvaguardar su bolso, la manada turística te dejaba hecha alfombra persa. -Creo en la eficacia de lo movimientos, no en su perdurabilidad - pienso- Pero, a lo largo de toda la Historia ¿cuál es el criterio temporal para definir el término perdurabilidad?. Todo nace y fenece.La dialética. Julio Santucho describe las iniciativas de reagrupación orgánica llevadas acabo en el exilio, por el año 75´, cuando las bajas del PRT ya eran un número y se venía la más negras de todas. Exilio de cuadros, cabe mencionar, porque los de abajo son como marineros: le dan la tracción al barco, pero cuando el barco se hunde, viejo, andá a rezarle a Mahoma.
Cabe la réplica de que quienes adherían al partido acordaban con las medidas éticas de preservar a los cuadros superiores, y… después de todo, Roberto Santucho también terminó en el horno. Misma suerte corrió la compañera de Julio.
Mi padre nunca abandonó sus convicciones marxianas, descreyó del exitismo revolucionario y el quilombo de los Monto en la universidad en los 60` terminó de convencerlo…No tener un mago, una hermana alcohólica, ex militante del PC por esos años, mujer de un dirigente que cuando abría el buche, ojo de compota le dejaba-lo justifico?- La vida excede. Mi papá encontró al psicoanálisis: lugar de redención. Salió a jugar con la camiseta del inconsciente- lo juzgo?- No acepto la antinomia conciencia-inconsciente. Me refiero a la farsa de sostener que la conciencia es mera artimaña, títere de un inconsciente monstruoso o bien que es el valor más alto, cuyo pleno, y verdadero desarrollo logrará generar una subjetividad socialista. De los leninistas siempre me jodió su dinámica discursiva y el abuso del término Verdad: Verdad y Revolución, La verdad obrera... Recientemente un compañero de trabajo, no por sindicalista sino por ser un loco suelto, recientemente iniciado en una especie de budismo, me regaló un cuadro de Lenin, en donde puede leerse la siguiente inscripción “Sencillo como la verdad”. Casi más tiro el cuadro a la mierda.
Número 34. Estoy adentro. Una rubia aria de ojos transparentes ingresó zamarreando la constitución nacional y amenazó con presentar un recurso de amparo frente al Estado por privación de la libertad. El razonamiento de la abogada en ejercicio era que al no disponer de su DNI se veía imposibilitada a transitar libremente y por ello exigiría que su DNI se tramitara en el día. El morocho la miró con una sonrisa y lanzó un – pero mujer,¿de qué le va a servir eso?, si las leyes se la pasan por el traste todos los días. Va a tener que bancársela como todos- y continuó como buen charlatán que era – Yo unos años atrás, cuando estaba tranquilo y con laburo, tenía una prepaga…y ahora voy a hacer la cola como cualquier Cristo al hospital público. El otro día una señora se me quería adelantar en la cola…claro, porque ahora la clase media también va al hospital público-
- Siempre lo mismo con el Estado. Hace poco me cortaron el agua en mi casa. ¿Sabe lo que es con 3 chicos chicos que te corten en agua?.Es violatorio del tratado internacional por la defensa de los derechos de los niños que exige el aprovisionamiento de agua potable a todos los niños- La rubia aria también tenía sus problemas. Aunque rápidamente intenta evadirlos exhibiéndonos una foto de sus 5 muy rubios hijos, tomada en el patio de su casa en San Isidro
- Ah, le cortaron el agua y empieza a llorisquear con el tratado internacional….y ¿qué me dice del artículo 14 bis de la constitución, eh?- pensé inmutada.
Entre queja y queja algo lleva al morocho a compartir con nosotros que en los 60`y 70` era montonero y a aclarar “pero no tirabombas”. Lo indagué…me dijo que había estado en una organización barrial perisférica de Floresta…. El se animó y me dijo- y vos…sos guevarista, por lo que vi, me fijá a ver qué leías-. Reparé en el rosario que le colgaba del cuello que a penas se dejaba ver por debajo de su campera.
- Sí, leía un libro de Julio Santucho, hermano del legendario Santucho- Se lo mostré.
No recuerdo qué reflexión hice o hicimos. En un intento de esperanzarlo, de decirle que su paso por los monto “no tira bombas” no había sido en vano, que su generación indefectiblemente había caído en el desgaste y la resignación, con justas razones; recuerdo haberle dicho – Pelear, está en las manos de la juventud- preguntándome si estaba segura de lo que había pronunciado. La duda es mi piedra angular, me respondí. Me miró con ternura y dijo – lástima que la mayoría de los chicos de tu edad estén mirando el celular todo el día.
Días después me entero de que una lejaaana ex compañera del secundario había comunicado a unos amigos estar militando en PRO y mi duda angular se tornó pinchuda, me picó y pensé sin trastabillar: Hay que organizar !

Mi Identidad me será devuelta en unos aproximádamente 30 días… o se irá a leer otro libro, a pasear por Corrientes, a leer el diario y rechinar, a desear otro mundo, a comerse un pancho en plaza Congreso, a gritar a una manifestación, o simplemente a tomar un mate y llorar de amor.

domingo, abril 01, 2007

Al Pelado NO

En el día de las librerías, el pelado Telerman, bien acorde a su militancia pro-culturalista, hizo proliferar actividades en la calle Corrientes. Decidí ir al homenaje de Rodolfo Walsh llevado a cabo en la librería Hernandez, a razón de la conmemoración de los 30 años de su fallecimiento, así como de la publicación del libro La Palabra y la acción, de Eduardo Jozami. Retrasada 15 minutos, entre un tumulto de personas, me informaron que no quedaban localidades- está agotada la capacidad y por razones de seguridad no podemos dejar ingresar más gente- me anunció un petiso que sudaba la gota gorda por la manada de gente que pretendía descender la escalera. Una pomposa señora preguntó si no se podía escuchar desde arriba. – No, pasa que el gobierno no garantizó el sonido- contestó el hombre con decepción. Me asomé y vi que no era demasiada la gente que sobresalía del auditorio por lo que le pregunté al señor si cabía la posibilidad de ingresar dado el caso de que se retirara gente. Con aires desesperanzados me dijo que el espacio era muy limitado. Persistí y me dediqué a aguardar y entretanto, a disfrutar el mareo de la cerveza. Cuestión que, entre la multitud se abre paso jocosamente nada más y nada menos que el Gobernador de la Ciudad, con claras intenciones de participar del evento. A medio paso mío miré con desprecio a Telerman y le clavé los ojos al petiso recordándole su sentencia “… por razones de seguridad…”…así fue que, por razones de seguridad, el Jefe de Gobierno NO ingresó a la conferencia y yo, con mi perseverancia y paciencia de abuela tejedora, sí, luego de 4 personas abandonaran el lugar.
Alcancé a oir el final de la intervención de uno de los panelistas que parecía haberse salteado 2 décadas de la historia Argentina dado que se dedicó puramente a asociar estilísticamente a Walsh con Manuel Puig y con Ricardo Piglia, entre otros. Finalmente, le llegó el turno a Jozami. Su síntesis histórica fue concisa y abarcativa. Allanó una presentación prolija del personaje de Walsh, partiendo de la presunta dicotomía escritor-militante de izquierda y poniendo sobre el tapete las contradicciones que perturbaban o al menos, que ameritaban copiosas páginas en el diario de Walsh por ese entonces. Su conclusión: ni la obra literaria de Walsh debía ubicarse a contrapelo de su accionar político, ni ésta última ir en detrimento de la primera. ¿Por qué éste libro hoy?: Porque afortunadamente en ésta época se puede hablar más de aquella época.. ¿Y qué otra cosa querían oír ustedes en el electoralista día de Telerman en boca del oficialista de Jozami?. Eso no fue todo, porque si hasta aquí hubiera llegado…el intelectual a favor de la libertad de expresión y de retomar ciertas reivindicaciones de los personajes de los 70 proliferan a mansalva en las librerías, en las radios, etc…. Pero decir que “es también una época en que se están enjuiciando a los represores de aquella época” sin mencionar que uno de los testigos en aquél juicio está DESAPARECIDO, hace agua a la fidelidad que podría otorgarle a su vida y obra…porque mientras la tarea del intelectual sea recuperar la eticidad de ciertos íconos de la historia, sin resolverlo en una propuesta para el contexto actual que nos toca vivir, la permanencia de un sistema cruento y excluyente sigue amenazándonos.
De todos modos, Jozami sí tiene una práctica política. Eduardo Jozami es abiertamente kirchnerista. En el 2005, encabezaba un espacio denominado “Frente para el Triunfo Popular” que tuvo amplias tentativas de participar de la candidatura de Bonasso en el 2005 para ingresar como legislador porteño.
En síntesis, conforma uno de los tantos espacios hoy por hoy existentes, que intentan ser el brazo de izquierda del kirchnerismo, tales como Barrios de Pie, Patria Libre, entre otros, que cabe destacar, son un número importante.
La discusión que continúa es netamente política…¿ahí estaría Walsh?. Hacer proyecciones futuristas de éste tipo es ridículo, pero yo diría que NO.

domingo, mayo 21, 2006

El Inacabable Cogito* (que no es lo mismo que Coger)

La nulidad asecha a toda construcción de pensamiento, a toda ilación programática de ideas, a todo enunciado que pretende explicar. Ustedes dirán “ y... por algo existe la filosofía” “ y... por algo los discursos científicos son inacabables, allí su condición de existencia”. Sin embargo, todos osan en seguir, en continuar en la búsqueda de lo asible, o en contrapartida; sus opositores persisten en la exploración de lo intangible y sus metáforas, en la representación de lo impresentable, en la gestación del ámbito alternativo, pero que una vez maduro, recrea las mismas relaciones de poder y arbitrariedad. ¿Cómo este presupuesto no acaba de una vez y por todas con la producción incesante de ideas, de ideologías, de hipótesis, de teorías, de escuelas de pensamiento?. ¿Cómo hacer para que ésta, mi única certeza ( la incertidumbre) no derrumbe de inmediato todo lo que está en proceso de construcción?.
Mis constricciones nietzscheanas quinceañeras regurgitan.
Tomo asiento en una clase y una tras otra se presentan las posibilidades de negación de todo lo que se despliega. Todo desarrollo teórico deja por fuera, excluye variables que existen silenciadas e inaprensibles en éste azotado mundo. Por ello existe algo denominado “restricción de campo”, dirán. ¿Pero cómo un intelectual puede entregarse manso a esta limitación abusiva, a ésta violencia monopólica?. Limitar de ante mano el espectro de lo pensable para tornarlo manipulable.
Hubo sí, allá a lo lejos, algún momento fértil de mi vida donde se abrían fecundo horizontes de posibilidades, autores de una originalidad avasallante, descubrimientos de teorías reveladoras que llevarían a la elucidación de ciertos fenómenos aberrantes del mundo, que servirían de herramienta de cambio ( si lo sabrá nuestra querida generación del 70´ que hoy yace muerta, o vive renegada dejándonos saber el valor incalculable de la democracia, o se sube a un gobierno que “ en los límites de lo posible” hace esfuerzos impensados por el pueblo argentino.).
Alguien diría “ yo esto lo sé. Por ése camino me pego un tiro, así que si es imposible evitar el sufrimiento de seres humanos en este mundo, para que me voy a cagar mi nube de felicidad?”.
Mi psicoanalista dirá que tengo una torturante compulsión a la perfección que hace imposible que pueda reconocer “la falta” y renunciar a la fantástica ilusión de creer abarcable una totalidad, en realidad, inexistente. Yo misma digo que el hecho de estar escribiendo que alguien dice no hace más que manifestar mi necesidad de control sobre todas las nuevas variantes que puedan llegar a surgir a raíz de mis enunciados.
Mi mejor amigo dirá aquello que mi analista, por excelso profesionalismo, jamás se atreverá a pronunciar en éste estadio de la terapia: que es la falta sexo (y en éste punto, no voy a salir a corregirlo).
Regina Spektor canta “ No one´s the killer, no one´s the murder, the world that have made us con´t no longer contain us” y yo me sereno y me permito la parálisis ante ese impacto masivo de honestidad que no tiene más argumentos que los matices de una voz.
La frase de un libro que supo bajarme de un sopapo tiempo atrás, dirá: “ Lo que distingue al hombre inmaduro es que desea morir noblemente por una causa, mientras lo que distingue al hombre maduro es que desea vivir humildemente por una causa”.
El Che, ciertamente fue humilde. Humildad, lo que le falta a cierta izquierda argentina atascada en un masturbatorio delirio de grandeza. Causa, que no garantiza éxitos ni triunfos en el devenir de la historia entera. Todo presidente nuestro (¿sabrá nuestra Historia contradecirme?) será un noble, por estanciero del poder. Quizás sea en las historias mínimas, ínfimas donde se pueda romper la lógica, ahí, en la microfísica del poder, ahí, alejados del noble iluminismo pretencioso que se reproduce incansablemente en un discurso de control científico que edifica una práctica para autolegitimarse, excluyendo de sí las prácticas más sencillas e imperiosas (visibles, muy a pesar de cualquier noción académica) que hoy por hoy nos exige la coyuntura humana.

No por cristiana, pero la avaricia es el peor de los pecados por el cual la Humanidad va a verse enterrándose a sí misma. Freud Y Marx. La mezquindad del deseo, agravada y elevada a la enécima potencia por la acumulación del Capital.

La alternancia abrupta de temáticas dispares y la falta de congruencia textual a lo largo de esta redacción es consonante con la falta de cohesión y coherencia que atentan contra la estabilidad psíquica de éste organismo tipeante y que de seguro escandalizarían a la que hubo sido mi profesora de Lengua del año primero de mi galardonada educación secundaria.


* Del latín: Pensar

jueves, abril 06, 2006

S u s t a n t i v a c i ó n

Como una uña encarnada cada vez se me incrusta más esta terrorífica sospecha: la soledad se ha tornado mi pareja exclusiva. Ha desempacado sus cosas con total impunidad; me espera a la noche despierta con el velador prendido y yo no la quiero más. E igual se empeña en denegarme la separación, me dice que me necesita (claro, pobrecita, qué iría a hacer sin este par de ojos que le aseguran subliminales miradas de lisonja).


...puedo seguir con los verbos, pero acaso no ven que acá se me están pudriendo los labios?
..todavía no ven que me paseo con insolencia por renglones envolviendo contenido en cadencias con la impúdica pretención de quien simplemente no soporta decir con sólo dos palabras que está triste y gris?
Me saco el saco de la adjetivación y las cosas como son: triste y gris. No adjetivos. Sustantivos tontos, chatos, uniinterpretables y des-ambigüizado, ahí pasibles, sin más.

martes, marzo 28, 2006

Abuso autoproclamado

Lo canso, lo extenúo, lo empujo al límite de su resistencia a efectos desfavorables, le digo que aguante, lo lleno de innumerable cantidad de porquerías, lo fuerzo a procesar una desorbitante cantidad de moléculas nocivas hasta lograr sintentizar un biombo que medie entre mi persona y cualquier escena subsiguiente.
Lo atiborro de placebos mal utilizados; lo obligo, con estos métodos imperceptibles y silenciados, clandestinos y rancios, a soportar un maltrato que al día siguiente chillará estrepitoso sus quejas. El alma, mientras, se escurre, se ratea de la conciencia, juega al ring-raje con el deseo. La admonición recae sobre el Cuerpo. El Alma, suspendida en las proyecciones fantásticas de las variables que enseña la demografía del lugar, suspendida en alguno de los vértices del cielo raso, en el borde deshilachado del almohadón, en el botón negro azabache que hace de ojo al perro de peluche, en la contemplación marginal de un torso desnudo de quien no teme, sino que alienta el descubierto de su cuerpo al removerse el sweater.
Más tarde, los libero a ambos en la cama. El alma de inmediato manifiesta y eleva su queja al sueño, y el cuerpo, el hostigado, espera a la conciencia como en un consultorio para que le provea los cuidados de los que se hubo visto falto la noche anterior.